Cuando tenemos alguna persona cerca que se queja continuamente, que ve las cosas negativas, un futuro negro, y culpa al mundo de hacerlo mal, ¿Qué sentimos?.
Lo más seguro que rabia, cansancio. Escuchar a alguien así y ver que por más que le explicamos el error de algunos de sus puntos de vista, NO CAMBIA, nos desespera.
Hablar de ventajas de quejarse puede resultar chocante, pero como demostró Darwin en su teoría sobre la selección natural, lo que sirve perdura, lo que no sirve desaparece. Bueno, algo así dijo, más o menos. De lo que podemos deducir que La Queja tiene que tener algún beneficio si esta no se extingue.
En este artículo hablaremos sobre la queja como el resentimiento, desazón o disgusto que se tiene por la actuación o el comportamiento de alguien.
Quejas sanas, quejas disfuncionales
- Quejas funcionales o justificadas, que nos ayuda a recibir atención y apoyo cuando es necesario, y a detectar lo que no está bien para poner en marcha soluciones.
- Quejas disfuncionales, las que nos cargan de energía negativa, nos alejan de la búsqueda de soluciones y producen malestar y estrés entre las personas que te rodean
En este artículo hablaremos de las segundas.
Las razones de las quejas pueden ser: porque lo aprendimos, por ser pesimista, o por ser exigentes y perfeccionistas, por falta de empatía. Hace a las personas que se quejan pasivas e impide el aprendizaje.
A primera vista
¿Qué es lo que observamos primero de todo?
- Que se hacen el inocente
- No se responsabilizan de su parte, culpa al mundo, a los demás a…
- Crean una falsa sensación de que necesitan ayuda
- Crean emociones de rechazo a las personas que le rodean, ganas de alejarse de ellos
- Parece que están en lo cierto ante la insistencia de su queja
- Muestran lo negativo, que claro está, nosotros no vemos
- Crea una sensación a las personas que le rodean de estar atrapado, de fracaso por no poder ayudarles
- Destruyen soluciones fácilmente
- Se sienten con derecho a llamar la atención con su queja
- En lugar de quedarse con su insatisfacción la lanzan afuera
Otro punto de vista sobre la queja
Como hemos comentado, la queja tiene una función que debe generar unos beneficios ocultos.
Si nos ponemos «las gafas de la compasión» podemos ver una persona herida que no sabe pedir ayuda o afecto de otra maneta, no sabe gestionar su malestar. Tiene un gran temor a que le abandonen pero su manera de ser genera precisamente esto. Sienten una gran incomprensión, y una falta de empatía por parte de los demás.
En un pasado quizás usó la queja un día y consiguió la atención y ayuda que necesitaba en ese momento. E inmediatamente dentro de si se conecto: queja=atención=ser visto y atendido=sentirse válido
Y ahora se le ha instalado este patrón. Los patrones necesitamos mucho trabajo personal para cambiarlos y quizás necesiten ayuda externa de profesionales.
Dándole un sentido
Para entender el sentido de la queja necesitamos ir a la historia de Apego.
Hablamos de cómo fue cuidado en los primeros años de vida. Cómo sus figuras cuidadores le enseñaron o le dieron herramientas. De cómo fue visto o reconocido o no en esos momentos. De los modelos que de sus padres aprendió.
El apego habla de cómo manejaban las emociones en el hogar de origen, y si tuvo cuidadores que le permitieran sentirse seguro, calmado, comprendido, no sobreprotegido.
Una persona que se queja quizás era ignorado, y solo con rabietas, gritos, comportamientos mal vistos, era atendido emocionalmente, aunque solo fuera para reñirlo.
O quizás los modelos que tuvo fueron también quejosos, victimistas y a la vez agresivos en parte.
Beneficios:
- Impide o distrae sentir el malestar, la infelicidad al culpar al mundo
- Pone a salvo de la responsabilidad de lo que ocurre, «no me responsabilizo de lo que pasa o hago».
- Delegar en otros las responsabilidades de arreglar las cosas.
- Da sensación falsa de calma sacando mi frustraciones fuera.
- Incluso culpo a los demás de lo que pasa, de la frustración, infelicidad, rabia.
- Tengo enganchada a las personas de mi alrededor en una falsa apariencia de debilidad, los manipulo.
- Recibir más atención.
- Poder hacerse la victima. Despierto en los demás la necesidad de ayudar.
- Permitir no aceptar la situación y pedir que sean otros que lo arreglen.
- No hacer nada, porque «no quiero hacer nada» para solucionar los problemas
- Creer que se hace un favor recordando lo negativo, lo peor que puede pasar.
- Sentir que los otros están por mi, y creer que eso es afecto, «si me cuidan me quieren»
- Si dejo de quejarme me abandonaran, no me harán caso, por eso no puedo parar
- Es una manera de pedir ayuda pero encubierta, sin mostrar la vulnerabilidad, sin exponerse a parecer débil.
Con tantos beneficios ¿Cómo va a cambiar un quejica?.
¿Cómo dejar de quejarse?
El que se haya instalado este modo de vivir tiene una función como hemos indicado.
Depende de la capacidad de autoconciencia, de darnos cuenta, el que podamos cambiar la queja por pedir ayuda de manera autentica.
La queja se resuelve explorando nuestro interior.
Algunos trucos:
- Observar la queja, y ver que hay detrás de ella, porque y para qué
- Observar cómo nos expresamos, con más pesadumbre, tristeza, victimismo.
- Qué es lo que realmente necesito, apoyo, comprensión, compañia…
- Explorar que estamos evitando,
- A quien queremos pedir ayuda, y para qué. Pedir claramente lo que queremos.
- Qué quiero dejar de sentir, quizás el resentimiento, la infidelidad, el enfado con el mundo…
- Observar mi frustración.
- Preguntarme para que me sirve quejarme.
- Observar que me dicen las personas de confianza, escucharlas quizás ayuda,
- Qué es lo que tanto me molesta, y si se puede hacer algo.
- Y si se puede cambiar la situación hacerlo y sino afrontarlo.
- Entendernos y aceptarnos total y completamente es un buen truco para que la queja baje
Aunque como he indicado si la función de la queja esta muy instaurada necesitará ayuda de profesionales. Dejar de quejarse no solo ayuda a uno mismo también cuida a los que nos rodean.
Pasar del «DESVALORIZAR» y «QUEJARSE» al «VALORAR» y al «AGRADECIMIENTO».
¿Cómo ayudar a un quejoso?
Para ayudar a un quejoso necesitamos convertirnos en ESPEJOS. La queja es como un ANZUELO con un gusanito que el quejoso nos lanza, si tenemos ganas de comer, o sea de ayudar, ya estamos pillados, nos han pescado, el quejoso ha conseguido lo que quería NUESTRA ATENCIÓN
Hacer de ESPEJO, puede molestar al principio, ya que descubrimos su juego, sobre todo si le indicamos que lo que pide es atención y afecto. Pero a veces es necesario afrontar las situaciones.
Eso si, con compasión y delicadeza. Observemos si la persona puede estar deprimida y lo oculta tras la queja.
Entender que la persona que se queja ha sufrido, probablemente mucho, que no ha podido o no ha sabido salir de ciertas situaciones que le han herido, impedido ser feliz y conseguir sus sueños. Han sido marionetas en manos de una vida dura.
Estar al lado de alguien que no para de quejarse puede minar nuestro estado de ánimo y hacernos entrar en desesperación por no poder ayudar, porque no se reconozcan nuestros consejos. Sentir que estamos dándonos con la cabeza en la pared, una y otra vez.
Tengamos presente que no podemos ayudar si la otra persona no quiere, cuidemos nuestro mundo propio, y recarguemos las pilas de la paciencia dándonos buenos momentos.
Seguro que Conoces a alguien que no para de dejarse, ¿tu cómo lo haces?, déjanos un comentario.
Aura Marqués
Psicóloga S.. Clínico EMDR
Donar a la autora,
ayúdanos a mantener este blog
Por bizum +34 661963875
Por Paypal sicoviva@gmail.com