El Ego es una palabra con amplios significados, según el punto de vista del que se le mira, y que ha sido descrito de muchas maneras . Desde una visión psicológica es autovaloración, autoimagen, autoconcepto, conciencia de uno mismo o como nos reconocemos a nosotros mismos.
Es al fin y al cabo una parte muy importante nuestra, y como tal, ya que me quiero tratar bien, también quiero tratar bien a mi Ego, y reconocerlo me puedo hacer y me va a ir bien para acercarme más a él o a distanciarme cuando sea necesario. (Espero no ofender a los que le dan otro sentido al Ego).
¿Por qué hay que acabar matando a la fiera?, si la fiera es una parte de mí. Prefiero reconocerlo, y negociar con el.
Claro está , si el Ego es creado por nuestra mente, nos podemos ver como super-de-todo. O como menos-que-nadie.
¿Y si no fuera totalmente así?, y si tiene una pequeña parte que si tiene que ver con nuestro sentir el cuerpo y las emociones.
El Ego va variando con la edad, para algo es parte de nosotros mismo, no es una fotografía que la tomas y ya la tienes ahí sonriente para toda la vida.
Como nos vemos a nosotros mismo es distinto cada día, cada año, cada experiencia cambia nuestro Ego e incluso durante el día » por la mañana me veo fatal, por el mediodía mejoro y a la noche hecha un trapo» dice una amiga. Aunque hay una parte de nuestro Ego que suele permanecer a lo largo de toda nuestra vida. Podríamos decir que así como nos ha tratado la vida, y nosotros mismo, así es nuestro Ego.
Relacionado con la manipulación del Ego están las palabras: Ególatra, Egocentrista, y Egoísta, personas con exceso de amor a si mismos, palabras del lado oscuro. Y también, baja autoestima, o inseguridad.
Y si hablamos del otro lado, de lo que podemos hacer para ayudarnos con el Ego-Sano, ya que tantas críticas me ponen dolor de barriga.
Hoy voy a contaros cómo el Ego le dio Alas.
Salió a correr por el camino bordeando el mar, y se paro a realizar ejercicios en los miradores de madera. A sus 60 años la vida le sonreía.
Y justo al lado se sientan una pareja de jubilados, El con unas grandes dimensiones, bebiéndose una botellita de champan y diciendo que es «medicina para el resfriado», ella a su lado callada.
Le comenta a la señora:
Mira e ese que hace gimnasia
-Eso que hace es tensión estática, lo vi publicado en una revista de los años 60 que venia de estados Unidos .
El hombre sigue con sus ejercicios.
Mira que ejercicios hace, esos los hacia yo cuando tenia 20 años, pero tu que edad tienes? le preguntan al hombre.
El hombre sigue con sus ejercicios, la pareja no paran de alabar lo en forma que esta para su edad.
Entonces el hombre reaccionó, y agradeció a la pareja todos los comentarios que le habían hecho, a la vez que les dijo: ojala me dijera yo esto todas las mañanas.
Porque otros ojos me están dando una imagen de mi distinta a la que yo tengo sobre mi mismo, estoy bien, tengo salud, amigos sinceros, y no necesito compararme con personas «10». Puedo aceptarme como soy.
Porque una cosa es tener un gran Ego y otra cosa es tener un gran Contra-Ego.
Las dos cosas nos impiden estar en contacto con nosotros, nos impiden sentir nuestro cuerpo y la mayoría de las veces obligarnos a llevar una vida que no está en acorde con nuestro estado natural.
Un Gran Ego nos hace fanfarrones, superficiales, poco empáticos, y un Contra Ego puede perjudicarnos al bajar nuestro valor como seres humanos, y convertirnos en víctimas.
El hombre volvió a su casa corriendo, más ligero que nunca porque:
«EL EGO LE DIO ALAS».
Aura Marqués
Psicóloga, Psicoterapeuta Gestalt y Clínico EMDR
Palma de Mallorca