¿Cuantas veces decimos «ya se lo que va a pasar», «yo se cómo piensa», «se porque lo ha hecho» «se porque lo ha dicho»,»conozco sus intenciones» etc…?
Osea somos adivinos del pensamiento de los demás.
Y ¿cuantas veces comprobamos que lo que creemos que los demás piensan es realmente lo que piensan?
Con esto no podemos decir que no acertemos, seguro que tenemos parte de razón, pero solo parte. Y seguro que hay más razones, y si no tenemos una mente abierta y flexible no veremos o no escucharemos.
Lo que pasa es que por el hecho de pensarlo o creerlo le damos un 100% de probabilidades de que sea así, sabiendo, si lo analizamos, lo irreal de esto.
Pero no es de esto de lo que yo quiero hablar, sino de todo el tiempo que pasamos viviendo en la mente osea en «La Azotea». De que casi todo lo que nos ocurre lo racionalizamos o mentalizamos, filosofamos, idealizamos, analizamos, reflexionamos, imaginamos. Y yo le pregunto a las personas que vienen a la consulta ¿Y tu cuerpo? ¿cómo lo vivió?, ¿dónde lo sentiste?, Respuesta -a pues no se- lo pensé.
¿Cuanto tiempo estamos pensamos y cuanto tiempo estamos sintiendo?
¿Sentimos el aire en la cara cuando caminamos, el sonido del aire que roza nuestros oídos?, la temperatura de nuestra piel?.
¿He sentido el sabor de cada uno de los ingredientes que llevaba la comida de hoy?.
¿Estoy ahora mismo sintiendo mi cadera apoyada en la silla, la presión del pantalón en la cintura?.
¿He notado la textura de la mano que he tocado?.
El Darse Cuenta. Gestalt y Presente
Se habla de tres zonas del darse cuenta:
1. Darse cuenta del mundo exterior. Lo que recibo del exterior por mis sentidos.
2. Darse cuenta del mundo interior. Lo que percibo en mi interior también a través de mis sentidos.
3. Darse cuenta de la fantasía o pensamientos automáticos. Vamos de lo que os he hablado al prinicipio.
Como decia John O. Stevens «Sentir Imaginar Vivenciar»
Las sensaciones nos llevan a «la planta baja», a la altura del suelo, sin quitar el sitio a la mente, dando sitio al cuerpo. Hay momentos para estar haciendo y hay momentos para estar sintiendo, esto se nos olvida.
Los sentidos se pierden sino tienen su espacio y su momento, si la mente ocupa todo los sentidos se duermen.
¿cómo bajar al cuerpo? quizás relentizando nuestra actividad, el cuerpo es más lento que la mente, escuchandonos por dentro y por fuera, respirando lo que hacemos.
¿Podéis sentir el aliento de mis palabras?
Aquí un libro de explicación del Darse Cuenta y de ejercicios para potenciarlo.
El Darse Cuenta de John O. Stevens
es.slideshare.net/Newenkalibre/john-stevens-el-darse-cuenta
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Aura Marqués
psicóloga
www.psicologiaviva.com