Conducir con trastornos mentales y de conducta 2ª parte

coche_difusoLas psicopatologías más graves que pueden afectar a la aptitud psicológica, y a la conducción.

Trastornos de la personalidad

En el caso de la conducción, se dice que “cada uno conduce como vive” (Tillmann y Hobbs), pero no tenemos que remitirnos sólo al curso vital del delincuente vial, sino que tenemos que aplicarlo también a su actitud en las vías y a la estructura de su personalidad. Con respecto a la personalidad, sabemos que ésta desempeña un papel determinante en la conducta del ser humano, y por lo tanto los trastornos de personalidad influyen directamente en las decisiones y actuaciones que tomemos tanto en la conducción como en el desempeño de otras actividades de riesgo.
Los trastornos de la personalidad se caracterizan por patrones de percepción, reacción y relación que son relativamente fijos, inflexibles y socialmente desadaptados, incluyendo una variedad de situaciones. Las personas con trastornos de la personalidad generalmente no son conscientes de que su comportamiento o sus patrones de pensamiento son inapropiados; por el contrario, a menudo creen que sus patrones son normales y correctos.
Existen ciertos trastornos de la personalidad (personalidades con rasgos antisociales, narcisistas o personalidades límites) que se asocian con una mayor propensión a la conducción temeraria y por tanto a los siniestros viales. Conjuntamente considerados, los trastornos de la personalidad afectan al individuo en diferentes ámbitos, que incluyen la cognición, la afectividad, los impulsos y el ámbito interpersonal. En general se trata de alteraciones en:
✔ La forma de percibir e interpretar los acontecimientos, incluyendo la percepción de uno mismo y de los demás.
✔ Alteraciones en la atención y concentración, así como en la atención selectiva.
✔ La naturaleza, intensidad y adecuación de la respuesta emocional.
✔ La actividad y relaciones interpersonales.
✔ El control de los impulsos.
✔ Reacciones imprevisibles.
✔ Disminución de la capacidad de respuesta.
✔ Dificultad de ejecución en las tareas complejas.

Ahora veremos cada trastorno de personalidad y su influencia para la seguridad:

Paranoide.
Desconfianza y suspicacia que hace que se interpreten maliciosamente las intenciones de los demás.
El trastorno paranoide de la personalidad es el primero de los trastornos que puede interferir con la actividad de la conducción o cualquier actividad de riesgo que afecte a la seguridad. La suspicacia y desconfianza típicas de los sujetos con esta alteración hace que tengan naturaleza combativa y predominen en ellos expresiones de hostilidad, lo que a su vez puede provocar en los demás una respuesta hostil. Así mismo, pueden experimentar episodios psicóticos breves que duren minutos u horas, al igual que son frecuentes comportamientos asociados de abuso de alcohol y/o drogas, todo lo cual puede constituir, en situaciones asociadas a la seguridad, un claro elemento de riesgo.

✔ Narcisista.
Grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía. El trastorno narcisista de la personalidad, al igual que en los casos anteriores, puede ir asociado a otros trastornos, siendo en este caso el histriónico, límite, antisocial y paranoide. Aunque en sí mismo tampoco parece estar directamente relacionado con situaciones de riesgo para la seguridad, la falta de interés por la sensibilidad de los demás y la vulnerabilidad de la propia autoestima, características del trastorno narcisista de la personalidad, predisponen a reacciones desdeñosas, agresivas y hostiles que pueden manifestarse en situaciones de conducción y otras que afectan a la seguridad. Adicionalmente, puede ir asociado a trastornos depresivos, episodios hipomaníacos y abuso de drogas, especialmente, cocaína.

✔ Dependiente.
Comportamiento sumiso y pegajoso relacionado con una excesiva necesidad de ser cuidado. Trastorno de la personalidad por dependencia, aunque, no habría que olvidar que es característica de este trastorno la tendencia a evitar la responsabilidad, así como la fuerte ansiedad que se experimenta ante la toma de decisiones.

✔ Pasivo-Agresivo.
Se creen que son condescendientes con los demás pero en realidad se resisten pasivamente a ellos,
y en este proceso la persona se vuelve más hostil y enojada. Respecto a actividades relacionadas con la seguridad, estas personas pueden sufrir ataques de ira y enfrentamientos contra otras personas. Este trastorno puede ir asociado al paranoide y el narcisista y con sus consecuencias en la conducción o en otras actividades que comprometen la seguridad.

✔ Límite.
Inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y los afectos, y notable impulsividad. El trastorno límite de la personalidad es otro de los que están manifiestamente contraindicados en situaciones de conducción y actividades de riesgo. De hecho, entre las manifestaciones comportamentales de este tipo de trastorno se encuentran actos impulsivos, auto-lesivos y suicidas. En efecto, la impulsividad de este tipo de sujetos suele manifestarse en áreas potencialmente peligrosas para ellos mismos y en ocasiones también para los demás como por ejemplo en el abuso de drogas o la conducción temeraria. Suelen ser frecuentes las amenazas e intentos de suicidio
y, asociados a ellas, comportamientos temerarios, imprudentes, de automutilación y autodestructivos que, en situaciones de conducción, suponen un manifiesto riesgo de siniestro vial, tanto como en el manejo de armas o el resto de actividades de riesgo.

✔ Antisocial.
Desprecio y violación de los derechos de los demás. El trastorno antisocial de la personalidad constituye un grave factor de riesgo que es causa de denegación del permiso o licencia de conducción ordinarios. No debiéramos olvidar que la conducción, además de un aprendizaje complejo, constituye una actividad social regulada por las normas legales y reglas de convivencia social. Los comportamientos antisociales en situaciones de conducción representan un elemento de transgresión de las normas de tráfico, o de agresión a los demás usuarios de las vías, que supone un claro riesgo de accidente y pone en peligro la seguridad de las personas y usuarios de las vías públicas.

✔ Histriónico.
Emotividad excesiva y demanda de atención. El trastorno histriónico de la personalidad no parece
constituir, en sí mismo, un riesgo directo de siniestro vial, aunque es frecuente que se presente simultáneamente con los trastornos límite, narcisista, antisocial y por dependencia. No obstante, no habría que olvidar que este trastorno cursa, con frecuentes intentos y amenazas de suicidio que, aunque no se conozca riesgo real de suicidio, constituyen formas de coacción. Este mismo deseo de presionar para atraer sobre sí la atención de los demás, puede manifestarse en comportamientos con los que, por ejemplo pretendiendo “alardear”, se infrinjan los límites de velocidad y otras normas de tráfico, pudiendo poner en peligro la seguridad vial.

✔ Obsesivo.
Preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control. El trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad, no parece representar un riesgo directo de accidente de tráfico, aunque también es posible que pueda afectar a la frecuente toma de decisiones necesaria en la conducción. Asimismo, -si bien es cierto que rara vez expresan explícitamente su ira este tipo de sujetos suelen trastornarse o enfadarse en situaciones en que son incapaces de controlar su entorno físico e interpersonal, hecho frecuente en la conducción. Por otra parte, carecen de la suficiente flexibilidad como para hacer frente a situaciones nuevas de modo eficiente y adaptativo, y comparten características con otros trastornos de la personalidad como hostilidad, competitividad y sensación de urgencia, además de
asociarse frecuentemente a trastornos del estado de ánimo y de ansiedad, todas ellas manifestaciones que pueden llegar a afectar a cualquier actividad relacionada con la seguridad.

✔ Evitativo.
Inhibición social, sentimientos de incompetencia e hipersensibilidad a la evaluación negativa. El Trastorno de la personalidad por evitación, aisladamente, no parece tener implicaciones directas para la seguridad, pero suele presentarse asociado, además de a trastornos del estado de ánimo y de ansiedad, al trastorno límite, paranoide, esquizoide y esquizotipico.

✔ Esquizoide.
Desconexión de las relaciones sociales y restricción de la expresión emocional. El trastorno esquizoide de la personalidad también puede dar lugar a situaciones de riesgo de accidente. Los sujetos con este tipo de trastorno reaccionan pasivamente ante las circunstancias adversas y tienen dificultades para responder adecuadamente a acontecimientos vitales importantes. Igualmente, pueden tener períodos con síntomas psicóticos muy breves, que duren varios minutos u horas, incluyendo ideas delirantes y alucinaciones, especialmente ante estímulos estresores.
En ocasiones también pueden presentar asociado un trastorno del estado de ánimo. Todo ello, conjuntamente considerado, hace que también esta forma de trastorno de personalidad pueda afectar a la seguridad.

✔ Esquizotípico.
Malestar intenso en las relaciones personales, distorsiones cognoscitivas o perceptivas y excentricidades del comportamiento. Del mismo modo, en el trastorno esquizotípico de la personalidad, los sujetos también suelen presentar síntomas asociados de ansiedad, depresión u otros estados de ánimo disfóricos, así como episodios psicóticos breves y transitorios, que pueden afectar igualmente a la seguridad.

En cuando a la detección y prevención en el marco institucional, como es un Centro de Reconocimiento, distintas revisiones de la literatura científica sobre el tema permiten señalar un grupo de características de personalidad habitualmente presentes en las personas con tendencia a sufrir accidentes y a cometer infracciones. Entre estas características se encuentran las siguientes: inestabilidad emocional, irritabilidad, impulsividad, búsqueda de sensaciones y emociones nuevas o intensas, manifestación abierta o encubierta de hostilidad o agresión, baja tolerancia a la frustración, ansiedad o estrés, bajo nivel de autoeficacia o sentimiento de inadecuación personal, bajo nivel de asertividad o ser fácilmente influido o intimidado por los demás, baja capacidad individual de afrontamiento de situaciones nuevas, así como todas aquellas alteraciones de personalidad provocadas, bien por desajustes (neurosis, psicosis, etc.), bien por la ingestión de sustancias tóxicas (alcohol, drogas) o psicofármacos.
El conocimiento de estas características es lo que determina la selección de pruebas psicológicas adecuadas para evaluar aquellos rasgos de personalidad que puedan tener una especial incidencia en las aptitudes para realizar determinadas actividades de conducción de vehículos y, en general, de riesgo para la propia persona o terceras

 Conducir con trastornos mentales y de conducta 1ª parte

Alcoholismo y conducción

Aura Marqués
Psicóloga

www.psicologiaviva.com

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2 comentarios en “Conducir con trastornos mentales y de conducta 2ª parte

  1. Soy conductora profesional de vehículos pesados actualmente con una invalided revisable y quiero saber q pasará con esta nueva normativa al no renovarme el carnet no podré trabajar me darán una invalided permanente? Que tengo que hacer?

    1. Hola, gracias por este comentario.
      Yo te recomendaría que hablaras con una asistencia social en tu centro sanitario, quizás te orienten.
      un saludo

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