Si nos detenemos a pensar en la emoción que experimentamos principalmente cuando tenemos que comunicar una mala noticia, es posible que se nos ocurra pensar en el miedo o más concretamente en los miedos que envuelven esta situación. En general este sentimiento lo podemos englobar en los 5 grandes miedos que expondremos a continuación:
1- Miedo a causar dolor: a los profesionales de socorro y emergencia nos han formado para aliviar dolores y si durante un procedimiento sabemos que causaremos dolor contamos con anestésicos para aliviarlo. Sin embargo las malas noticias causan dolor y no contamos con un anestésico para controlarlo. Podemos aprender a comunicar malas noticias pero nunca podremos eliminar el dolor de la persona que ha recibido una mala noticia.
2- Miedo a ser culpado: tras la comunicación de una mala noticia es posible que nos encontremos con mensajes del tipo: “seguro que podían haber hecho algo más”, “si hubieran puesto más interés”… Esta respuesta es una reacción ante una situación muy dolorosa
que en ocasiones recae sobre los profesionales más inmediatos al familiar o amigo que recibe una mala noticia, por ello es importante recordar que: No podemos eliminar el enojo de un familiar o amigo tras la comunicación de una mala noticia, sencillamente podemos escucharle y explicarle que es lo que se ha podido o no hacer, aún cuando continúe con enfado.
3- Miedo a lo desconocido: en general los profesionales de socorro y emergencia hemos sido instruidos para seguir unos determinados procedimientos y protocolos, pero en general pocos profesionales de este ámbito conocemos como abordar el problema de comunicar malas noticias. A comunicar malas noticias podemos aprender.
4- Miedo por empatia: a veces podemos sentirnos incómodos en el momento de comunicar una mala noticia debido a la emoción que presenta el receptor. Si bien es cierto que un grado de empatía va a facilitar nuestra labor, no podemos olvidar que: La mala noticia no es sobre nosotros sino del receptor y nosotros somos los profesionales en ese momento.
5- Miedo a decir no lo sé: parece que cuando tenemos que responder “no lo sé” nos desvalorizamos profesionalmente, sin embargo: La honestidad mostrada por los profesionales aumenta la credibilidad de la información facilitada por éste.
Tienes alguna experiencia, cuéntanosla, nos ayudará.
Aura Marqués.
Psicóloga General Sanitaria y Terapeuta Emocional.
Experta en Psicología de Emergencias y Catástrofes.
Palma de Mallorca.