Muchas personas que no han ido nunca al psicólogo se preguntan en qué consiste esto de hacer terapia.
Algunos piensan que solo vas al psicólogo si estas loco, otros que ir al psicólogo es ir a hablar de los problemas como lo haces con un amigo, otras personas dicen que ningún psicólogo puede con ellos porque son muy duros, y otras personas piensan que ir al psicólogo no sirve para nada.
Yo te pregunto: si te duele la muela ¿dudas de ir al dentista?, cuando te van a operar ¿vas a conocer antes al anestesista a ver si tiene buena energía y conecta contigo?.
Excusas para no ir
A veces debajo de las excusas para no buscar ayuda psicológica esta el miedo, queremos cambiar, pero no queremos hacer nada, o queremos que sean los demás que cambien. Si no tomamos la decisión de pedir ayuda puede que la herida crezca y traiga más problemas.
Al psicólogo se va cuando se siente que la vida se nos escapa, que no controlamos, realizamos conductas que no podemos parar, que los pensamientos de preocupación viene a nosotros aunque no queramos tenerlos, nos obsesionamos con algo o alguien, tenemos miedos, creencias o pensamientos irracionales más propios de un niño que de un adulto, tenemos lapsus de memoria.
Puede pasar incluso que nuestros allegados nos dicen que necesitamos ir al psicólogo, o hemos pasado por un evento traumático y revivimos las emociones, o nos vienen imágenes de ese momento incluso años después, o nos damos cuenta que somos muy negativos, que nos quejamos a menudo y creemos que no podemos hacer nada para mejorar nuestro mundo, nos sentimos atrapados por la mala suerte.
Podría seguir y seguir poniendo situaciones y situaciones que nos indican que tenemos que buscar un profesional especializado.
Mucho estrés
Recordemos que en momentos de alto estrés, nuestra mente se ve saturada, comenzamos a tener perdidas de memoria, insomnio, cambios de humor, hacemos o decimos cosas sin control y luego quizás nos arrepentirnos.
Sin embargo cuando el estrés desaparece los síntomas se van también, y en estos casos no necesitamos terapia, el cuerpo y la mente se sanan solos, pero si no es así, si los síntomas permanecen tiempo y tiempo, entonces necesitamos ayuda psicológica.
Ya sabemos que las pastillas ayudan pero para mejorar del todo se necesita ir a terapia.
Yo les digo a mis clientes que cada una de estas conductas que detesta tienen una razón de ser, algo nos cuentan sobre nosotros, en terapia revisamos: lo que pensamos, sentimos, creemos sobre el problema que traemos, conocemos nuestros estados internos, trabajamos la toma de conciencia, el estar más presentes y buscamos nuevas soluciones si las hay.
Detrás de lo que vemos, si profundizamos, pueden aparecer las razones de nuestro malestar.
Os quiero explicar un poco lo que yo hago en terapia psicológica, ya sabemos que cada maestro tiene su librillo, el mío se ha ido formando a través de años de experiencia y gracias a la confianza que depositan en mí mis clientes, de los que guardo un afecto especial por todo lo que me enseñan.
Por donde empezamos.
Lo primero de lo primerísimo es «apagar fuegos». Sin tranquilidad o paz interior es difícil realizar un trabajo terapéutico. Por lo que comenzaremos por regularnos y mejorar los autocuidados..
Cuando vamos a terapia muchas veces hemos esperado tanto tiempo que el malestar es enorme, y estamos «desregulados», desbordados por las emociones no deseadas.
La mayoría de veces las personas asisten a terapia cuando la ansiedad, la tristeza, desesperanza, etc, ha subido a nivelas insoportables.
Lo primero que necesitaremos hacer es encontrar la manera de regularnos, calmar las aguas del mar embravecido, sin una estabilidad emocional no podremos ir a ningún lado, seria como intentar conducir un coche que echa humo por el motor.
Empezaremos por conocer que es la regulación emocional y adquirir herramientas para estabilizarlos.
Aprender a regularnos
La regulación emocional es la capacidad de manejar las emociones, los pensamientos y las conductas de una manera adecuada, modificar la experiencia emocional incluyendo la respuesta fisiológica, la vivencia subjetiva, la expresión verbal y no verbal y las conductas secundarias de la emoción. Es como tener un grifo en nuestras manos, abrirlo más o menos, regular el caudal que sale.
Aprendimos la manera de regularnos de nuestros cuidadores principales, y tras repetirlo y repetirlo se convirtió en un patrón, que ahora podemos mejorar.
En terapia aprenderemos nuevas herramientas para regularnos, entre ellas mindfulness, relajaciones, técnicas de desactivación, aprendemos también técnicas de afrontamiento. Regularse no es cuestión de magia sino de práctica constante, para estar preparados cuando llegue la tormenta.
Una de las personas qué mejor enseña lo que es la regulación para mí es Anabel González, os dejo si Instagram donde tiene vídeos y tutorías amenos.
https://www.instagram.com/anabelgonzalez_emociones5.0/?hl=es
Creación del vínculo terapéutico
Dicen que más de la mitad de la mejoría de las personas que acuden a terapia se debe al vinculo terapéutico. Sacar nuestros trapos sucios a relucir no es fácil, requiere de valentía y confianza en el otro. sin esto no hay terapia.
Con el vínculo terapéutico se comienza a reparar el problema de apego que algunas personas tiene, se aprende una nueva manera de relacionarse, desde la asertividad y la empatía.
Con la confianza: se dará una actitud reciproca, se creara un espacio seguro, donde analizar los problemas y que no se sienta como un juicio, se aprenderá a comunicar y escuchar, y se estará abierto a darse cuenta de que patrones de conducta se necesitan variar.
Durante la vinculación como psicólogo veo la demanda del cliente y el problema que yo veo, la diferencia entre los distintos puntos de vista nos da indicios donde podemos comenzar a enfrentar el problema.
Analizaremos donde están los problemas, los patrones conscientes e inconscientes de afrontamiento, los pensamientos y emociones mantenidos, y la toma de decisiones hacia los objetivos que se pretenden alcanzar.
Revisar los autocuidados
La terapia ya es en si un autocuidado. Sin correctos autocuidados, si no mejoramos como nos cuidamos en el presente, no podremos entrar en aspectos más profundos que nos den claridad sobre el problema. a veces la capacidad de autocuidado esta dañada porque en la niñez nadie nos enseñó cómo hacerlo, o vimos malos ejemplos.
Necesitamos darnos cuenta de que partes de nosotros mismos nos desagradan y llegar a llevarnos bien con esas partes pues todas navegan en el mismo barco.
Aprendimos buenos autocuidados si: Alguien nos acepto tal como éramos, nos miraba con amor incondicional,
sin que tuviéramos que hacer nada para “ganarnos” ese cariño, que viera la persona que somos, incluso con nuestras conductas negativas, que nos protegiera y nos ayudara a ser realistas y responsables.
Autocuidado sano es:
1. Mirarse a uno mismo con “los mejores ojos posibles”
2. Mirarse a uno mismo con “ojos realistas”
3. Reconocer y validar las propias necesidades
4. Protegernos de modo adecuado: establecer y entender la necesidad
de límites
5. Alcanzar un equilibrio entre nuestras necesidades y las de los demás.
Responder a cuestionarios
En terapia se te pedirá que realices algún cuestionarios, no es una recogida de datos como autómatas, para realizar un diagnostico o poner una etiqueta, sino más bien preguntas que te llevan a la reflexión, a entender mejor lo que te pasa.
Yo suelo pasar cuestionario de disociación, de regulación emocional, de autocuidados, de apego adulto, de relaciones familiares, entre otro. En cada uno de ellos aprendernos interesantes aspectos en los que puede que nunca hayamos reflexionado antes.
Psico Educación
Una de las bases de la terapia psicológica es lo que aprendemos cuando vamos a las sesiones, desde el principio de la terapia hasta el final estaremos aprendiendo cosas en muy diversas sobre áreas relacionadas con el funcionamiento de los seres humanos, y sobre nosotros mismo.
¿Por qué es importante la psicoeducación? porque nos sirve para comprender quienes somos, entender ayuda a aceptar.
En las sesiones hablaremos sobre el funcionamiento del cerebro y la mente, de algunas teorías sobre el control del sistema nervioso, como la teoría Polivagal, sobre mentalización, qué son las emociones, las sensaciones, las creencias, los impulsos, como habla nuestro cuerpo a través de los síntomas.
Aprenderemos que es el apego emocional, que son los traumas y cómo nos afectan, sobre la identidad de cada uno. Comentaremos muchos temas en los que quizás no hayas pensado antes.
Cosas que haremos
Mientras vamos haciendo todo lo comentado también recogeremos la historia del problema, haremos una linea de la vida si hace falta, exploraremos el genograma familiar para buscar traumas transgeneracionales.
Usaremos el arteterapia con dibujos, collages, cajas de arena, cartas proyectivas, narrativa, a la vez que haremos terapia EMDR, terapia Gestalt, terapia Sistémica.
Trabajaremos el pasado, el presente y el futuro, es un espacio seguro y confiable.
Final de la terapia
Como puedes imaginar, la terapia es un proceso lento, que requiere tiempo y trabajo, no es una varita mágica que arregla los problemas sin más, pero si es mágico el cambio interno que hacen las personas que asisten a la consulta.
El psicólogo es un facilitador, y es el cliente quien se sana, quien realiza los cambios necesarios. En terapia se trabaja duro pero siempre al ritmo del cliente, desde la aceptación y no crítica.
Es el cliente el que elige qué quiere trabajar y que no. El respeto es la premisa más importante en las sesiones.
No hace falta contarlo todo, solo lo que tu quieras traer.
Al final de la terapia tendremos una nueva perspectiva sobre nosotros y el mundo. Habremos puesto orden en nuestra mente, y nos sentiremos mas preparados para enfrentarnos a las complicaciones que se nos puedan presentar en el futuro.
