¿Cual es el contrario del amor? . ¿Cual es el inverso del odio? .
La mayoría pensamos que son las dos caras de la misma moneda. Dos emociones que se oponen una a la otra. «Si siento amor , entonces no siento odio «, relación causal lógica que ocurriría si el amor fuera lo puesto del odio. La moneda esta de cara o esta de cruz.
Hasta aquí , mucho razonamiento, sin embargo las personas no somos lógica, sino ambiguas, ricas en emociones y para negar «la Teoría de la Moneda y sus dos caras», podemos sentir odio y amor a la vez, por alguien o por algo. Nos sentimos atraídos y a la vez queremos salir corriendo. ¿Sería como poner la moneda de canto?.
¡No lo entiendo! te dirás.
El amor y el odio no navegan en la misma barca, sino en barcas distintas, donde cada una tiene su velocidad, dirección, y a veces navegan paralelas, juntas, agarrada la una a la otra.
Si entendemos esto, podemos hacer que las dos emociones se desarrollen o se mengüen de manera más o menos independientes, podemos poner unas grandes velas en el velero del amor y tenerlas extendidas, mientras la barca del odio se mece en aguas tranquilas, esperando. O lo contrario, el odio podría navegar a toda velocidad seguido del amor, haciendo una carrera, compitiendo cual corre más y llega más lejos.
Así, podríais pensar, solo me subo a uno de los barcos, y dejo el otro que se hunda, dejo el barco del adío escorado, olvidado. Eso es imposible, dos dos barcos viven dentro de nosotros y navegan por nuestras venas.
¿Entendéis ahora porque podemos amar y odiar a la vez?. Si es a nuestra pareja, saber que puedo amar de ella tantas cosas, y odiar esas otra pequeñas cosas que me molestan tanto. A veces por fidelidad, o por creencias, «el odio es malo» no nos permitimos sentir esa emoción, y esto lleva a un descontrol que puede hacer que se convierta en una conducta violenta.
¿Cuantas veces hemos dicho : esta persona esta llena de odio?. Tanto que esta «como secuestrado» por esa emoción y no puede sentir nada más.
¿Que puedo hacer?
Reconocer los dos barcos, mirarlos, sentirlos, explorarlos, tanto uno como el otro, uno nos dará placer y el otro displacer, quizás, pero si quiero que el barco del odio no se adelante al del amor, no domine la circulación marítima, necesitamos subirnos a él, observar que veo desde las escotillas, desde el alto de los mástiles, a quien y que veo. Y decidir con que me quiero quedar de ese barco, limpiarlo de suciedad, de viejas algas y conchas agarradas al cascarón, de corrosión, saber donde y cuando nos quedamos con esa porquería.
El amor y el odio no son las dos caras de la misma moneda. El opuesto del amor es el desamor, la ausencia de amor. y el inverso del odio es la indiferencia. Puedo amar y odiar a la vez, y puedo amar sin odio, y odiar sin amor. ¡Que complicado es todo!.
Después de arreglar el barquito del odio, dejarlo amarrado en el puerto, a la espera de una nueva visita, bajo observación, no sea que si lo olvido se llene de nuevo de cosas indeseadas, se llene de personas, crezca sin control y como un barco pirata tire cañonazos para hundir al barco del amor.
Otros artículos sobre la pareja:
Conflictos estancados de pareja
Separación saludable en una pareja
___________________________________________________________________
Aura Marqués
Psicóloga general Sanitaria
Terapia de pareja en Palma de Mallorca