Síndromes tras un incidente traumático

sindromes catastrofe
Las personas que pasan por una situación traumatice es normal que experimente síntomas que no entiendan y no puedan controlas. La persistencia de estos síntomas en el tiempo puede llevar a padecer distintos síndromes o trastornos.

Tanto el CIE-10 (Organización Mundial de la Salud) como el DSM (American Psyquiatric Association) -manuales sobre clasificaciones de los trastornos mentales- presentan trastornos específicos a las catástrofes o a los episodios traumáticos. EL CIE-10 diferencia entre trastorno persistente de la personalidad tras experiencia traumática, trastorno de estrés postraumático y reacción de estrés agudo. Por su parte, el DSM solo presentaría el trastorno por Estrés Postraumático (TEPT).


El trastorno de estrés postraumático
suele ser el más frecuente junto al trastorno de estrés agudo. Los síntomas son embotamiento, desapego o ausencia de reactividad emocional, reducción del conocimiento del entorno, desrealización, despersonalización, amnesia disociativa.

El acontecimiento traumático es reexperimentado persistentemente con imágenes, pensamientos, sueños, ilusiones, episodios de flash back recurrentes o sensación de estar reviviendo la experiencia.

Y sentir malestar al exponerse a objetos o situaciones que recuerdan el acontecimiento traumático, síntomas de ansiedad, dificultad para dormir, irritabilidad, mala concentración, hipervigilancia, respuestas exageradas de sobresalto, inquietud motora, deterioro social, laboral.

Síndrome del superviviente, aparece en aquellas personas que han experimentado una catástrofe y han salido ilesos , presentan ideas de culpa, así como obsesiones sobre el azar (¿por qué yo me salvé?).

Además de irritabilidad, ira y aumento de conductas agresivas, lo que puede llevar a durar varios años, unido a síntomas físicos como cefaleas, trastornos gástricos  y la hipertensión.

Síndrome de aflicción por catástrofes , personas que han sufrido alguna perdida y que se exterioriza por tristeza, ira, ansiedad, constantes recuerdos y preocupación, puede desembocar en una depresión.

Trastorno por pérdida de dignidad, hace alusión al estado emocional en el que se encuentran aquellos que han sufrido un atentado terrorista y que presentan un proceso de pseudo-normalización dificultado por los distintos procesos legales y forenses por los que han de pasado, y la sensación de que la sociedad les «exige» que vuelvan a la normalidad.

Fatiga por compasión, desgaste por empatía, traumatización vicaria o estrés traumático secundario es un trastorno especifico de los técnicos intervinientes que consistiría en un conjunto de síntomas que forman cuadro psicopatológico propio de los voluntarios y profesionales del rescate que pueden llegar a experimentar tras el trabajo continuado con personas afectadas por una catástrofe,

Se trata de un estrés secundario que no solo aparece en bomberos, psicólogos, médicos o personal sanitario-social sino en otros profesionales que trabajan con el sufrimiento de oras personas como puede ser el caso de un juez o un periodista.

Trastorno de pánico asociado a un episodio de intenso miedo aparece bruscamente y se caracteriza por palpitaciones, sudoración, temblor, sensación de ahogo o asfixia, dolor en el pecho, náuseas, mareo  y sensación de irrealidad.

Trastorno del estado de ánimo deprimido, en el que se sufre un cambio en el estado emocional con tristeza, tendencia al llanto, pérdida de energía, desilusión, desánimo, sentimiento de desvanecimiento, alteraciones del sueño, alteraciones del apetito y/o alteraciones del deseo sexual.

Trastorno somatoforme la persona presenta síntomas físicos que no se explican por causa orgánica junto a fatiga, cefaleas, pérdida de apetito y problemas gastrointestinales o urinarios.

Trastorno psicosomático se inicia o acelera el desarrollo de una patología orgánica como consecuencia de factores psicológicos como por ejemplo trastorno cardiovascular, gastrointestinales como ulcera, intestino irritable, asma bronquial, diabetes mellitus.

Trastorno disociativo que consiste en la separación o deterioro de procesos mentales que normalmente aparecen unidos, englobando

  • la amnesia disociativa (incapacidad para recuperar información del acontecimiento estresante), 
  • fuga disociativa (una o más salidas del sujeto de su casa repentina e inesperadamente en las que no recuerda parte o la totalidad de su vida pasada, no sabe quien es o bien adquiere una nueva identidad),
  • trastorno disociativo de identidad, trastorno de despersonalización.

En situaciones de guerra están: Síndrome del prisionero de guerra, el estrés del combate, el síndromes de Targowla (campo de concentración), la neurosis de guerra, el síndrome del superviviente o el rescatado y el síndrome del rehén.

Extraído del libro: Gestión e intervención psicológica en emergencias y catástrofes. de Juan M. Fernández Millán

 

Aura Marqués
Psicóloga. Clínico EMDR
Palma de Mallorca

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