Cómo indico en la primera parte el sistema nervioso autónomo es nuestro sistema de vigilancia personal.
Leeros el primero para entender mejor en qué consiste la teoría Polivagal.
Escalera autónoma
Vamos a trasladar nuestro conocimiento básico del sistema nervioso autónomo a la comprensión cotidiana imaginando el sistema nervioso autónomo con si fuera una escalera.
La parte superior de la escalera
La seguridad y la conexión están guiadas por la parte del sistema nervioso autónomo. Nuestro sistema de compromiso social está activo en la vía ventralvagal de la rama parasimpática.
En este estado el mundo me parece agradable y que me puede aportar lo que necesito:
- Nuestro ritmo cardíaco está regulado
- Nuestra respiración es plena
- Nos fijamos en las caras de nuestros amigos y podemos sintonizar con conversaciones y desconectar los ruidos que nos distraen.
- Tomamos buenas decisiones, nos sentimos realizados y seguros.
- Es la zona de la seguridad interna.
Vemos la imagen completa y nos conectamos al mundo y a las personas. Podría describirme como feliz, activa, esperanzada, ingeniosa y con interés, y el mundo como seguro, divertido y tranquilo, estoy conectado a mis experiencias y puedo llegar a los demás.
No es que sea un lugar donde todo es maravilloso o donde no hay problemas, sino de un sitio en el que tenemos la capacidad de reconocer la angustia y explorar las opciones, de buscar apoyo y de desarrollar respuestas organizadas.
Bajar por la escalera
Aquí aparece la creencia «no puedo confiar en nadie», somos muy susceptibles, cualquier cosa la sentimos como una lucha de poder. La rama simpática del sistema nervioso autónomo se activa cuando sentimos un atisbo de inquietud, cuando algo desencadena una neurocepción de peligro. Entramos en acción. Aquí es donde se da la respuesta de lucha o huida.
En este estado el mundo me parece hostil, peligroso y caótico:
- Nuestro ritmo cardíaco se acelera
- Nuestra respiración es entrecortada y superficial
- Escaneamos nuestro entorno en busca de peligro: estamos en alerta.
- Yo podría sentirme o describirme como: ansioso o enfadado.
- Sentir oleada de adrenalina que no nos deja estar quietos, reflexionar y responder adecuadamente.
- Estamos atentos a los sonidos de peligro, pero no escuchamos las voces amigas.
- Desde este lugar de movilización simpática: el mundo al percibirse como un peligro necesitaremos protegernos del daño, estar alerta para prevenirlo y estar preparados.
- Puede que sea el lugar del enfado, del estrés continuado, nos vengan pensamientos de los demás van en contra mía, de sentir que el mundo es hostil, o el mundo es un desastre, pensar que las cosas están todas mal organizadas. Estar en continua pelea.
- Es un lugar donde es mejor no tomar decisiones importantes.
Podría describirme como ansiosa o enfadada y sentir oleadas de adrenalina que no me deja estar quieta. El mundo es un lugar peligroso y necesito protegerme del daño, puedo tener ansiedad, ataques de pánico, ira, incapacidad para conectarme o seguir adelante y angustia en las relaciones.
Parte baja de la escalera
Nuestra vía de respuesta más antigua, la dorsovagal de la rama parasimpática, es el último recurso. Cuando todo lo demás falla, cuando estamos atrapados y la acción no funciona, el «vago primitivo» nos lleva al cierre, al colapso y a la congelación. Me siento en un lugar oscuro y prohibido. No hago ningún ruido. Me siento pequeño y silencioso y apenas respiro, estoy solo, nadie me encontrará jamás. Aquí en la parte baja de la escalera autónoma, estoy solo con mi desesperación y escapo hacia inconsciencia, hacia la insensibilidad. Soy una victima y no hay escapatoria, incluso puedo pensar que me merezco lo que me pasa.
En este estado el mundo me parece vacío, muerto, oscuro.
- Yo podría sentirme o describirme como: desesperanzado, abandonado, confuso.
- Demasiado cansado para pensar o actuar.
- Nadie me entiende, no hay solución, soy una víctima de las circunstancias.
La buena noticia es que podemos controlar en parte nuestra activación simpática autónoma, esto lo saben muy bien las personas que practican meditación, yoga o alguna técnica de regulación emocional.
De pequeños por las necesidades puede que formáramos un patrón de respuesta que hemos mantenido a lo largo de los años, un patrón que se repite cada vez que nos enfrentamos a ciertas situaciones parecidas.
Al igual que el cerebro está cambiando continuamente en respuesta a las experiencias y al entorno, nuestro sistema nervioso autónomo también está involucrado, de manera que se puede influir en él intencionadamente.
Cada vez que un jefe nos dice que hemos realizado algo erróneo nos bloqueamos y no sabemos que decir, o cada vez que discutimos con la pareja parecemos dos gatos enganchados a ver quien puede mas y se queda por encima del otro.
Yo les digo a las personas que asisten a terapia que antes de nada necesitamos detectar este patrón, hacer una lista de las situaciones que nos los activan, mientras vamos aprendiendo a realizar ejercicios o técnicas para regular nuestro sistema nervioso, para añadirlas a las que ya tenemos, hacerlas conscientes.
Descárgate el pdf de este artículo
3 Principios organizadores en la teoría Polivagal
- Jerarquía con las 3 respuesta El sistema nervioso autónomo responde a las sensaciones del cuerpo y a las señales del entorno especifico a través de tres vias y sus patrones de respuesta son el vago dorsal (inmovilización), el sistema nervisos simpático (movilización) y vago ventral (compromiso social y conexión).
- Neurocepción, manera en que nuestro sistema nervioso autónomo responde a las señales de seguridad, peligro o amenaza vital dentro de nuestros cuerpos en el mundo que nos ordea y en nuestras conexiones con los demás- a diferencia de la percepción, se trata de «detección son conciencia».
- Co-regulación, es lo que debe cumplirse para sostener la vida. A través de la regulación recíproca de nuestros estados autónomos nos sentimos seguros para conectar y crear relaciones de confianza.
Función de los ejercicios de la teoría polivagal
- Tomar conciencia de los patrones. Tomar conciencia de donde estamos en la escalera.Hacer consciente la respuesta inconsciente, tener conciencia del sistema vagal, interrumpir las vías de respuesta que tenemos enraizadas.
- Identificar los disparadores. Observar patrones generales autónomos, inconscientes. Situaciones que nos hacen bajar escalones. Permite ver cuando estamos conectados en modo lucha-huida, bloqueo.
- Usar los recursos reguladores, como por ejemplo la respiración diafragmática, etc…para subir arriba de nuevo.
Practicas reguladoras del sistema nervioso
La terapia con un enfoque polivagal sigue la regla de las cuatro R:
- Reconocer el estado autónomo
- Respetar la respuesta de supervivencia adaptativa.
- Regular o corregular en un estado vagal ventral.
- Reformular la historia.
Ejercicios para subir escalones. Los ejercicios en los que participa el control de la respiración, la observación de los pensamientos, la toma de conciencia de cómo esta nuestro cuerpo, no siempre se pueden realizar. Hay veces que solo sentarnos parece que nos dan calambres por todo el cuerpo y tenemos que movernos y desistimos de realizar las prácticas. Necesitamos saber que para correr una maratón hemos tenido que prepararnos durante meses antes, con constancia y disciplina.
Si este tipo de actividades no son lo tuyo hay otros ejercicios que también nos pueden ayudar.
Es interesante dedicar un tiempo a averiguar cuales son los nuestros. Cualquier actividad ya sea en solitario o en compañía, que nos haga sentir tranquilos, llenos, conectados con nosotros mismos y con os demás, que nos permitan reflexionar desde nuestro yo adulto, es una buen ejercicio para subir los escalones.
Aura Marqués
Psicóloga S. P. Clínico EMDR
Palma de Mallorca
Donar a la autora, muchos pocos pueden hacer un algo
ayúdanos a mantener este blog
Por bizum +34 661963875
Por Paypal sicoviva@gmail.com