¿Cómo sería nuestro mundo si no tuviéramos rabia? ¿Cómo seria no poder decir nunca NO porque no sabemos cómo hacerlo? ¿Cómo seria el mundo si las personas supieran canalizar de manera adecuada esta emoción?.
Tener rabia no es el problema, sino lo que hacemos con ella, la aceptamos y regulamos o agrediendo a los demás o agrediéndonos nosotros mismos.
Qué son las emociones
Las emociones y las correspondientes sensaciones físicas son guías para la vida nos ayuda a entendernos a nosotros mismos y a conocer nuestras necesidades.
Emociones son sensores cuya función básica es prepararnos para la acción.
La emoción es un estado mental y fisiológico, o sea esta en el cuerpo y en el cerebro, y como sensor nos avisa sobre el significado de las experiencias.
Y a la vez es un motor que nos lleva o tiene como fin la supervivencia: la rabia, el enojo, ira, irritación, cólera, furia son emociones cuya función es activadora, siendo una reacción de protección activa, ayuda a poner limites, a autoafirmarnos y a defender nuestros derechos.
Qué es la rabia
La rabia es una emoción muy primitiva, y compartida por todos los animales ya que permite alcanzar rango, poder para defendernos y sobrevivir.
La rabia es una emoción orientada a salir para afuera, para luchar contra amenazas.
La Rabia puede venir unida a nuestra necesidad de estatus, de reconociento, de defensa, de acción ante situaciones amenazantes.
Nacemos con la capacidad de sentir la rabia, es instintiva pero como expresarla o no lo aprendemos de nuestros cuidadores principales en los primeros años de nuestra vida, así como la regulen ellos así la llevaremos nosotros.
La rabia puede expresarse a voluntad a partir de los dos años de edad.
Notemos que los aprendizajes en la infancia muchas veces son por imitación y modelaje.
Como cualquier emoción, esta conectada con necesidades personales. Reconocer las necesidades viene unido a aceptar nuestras emociones. Emoción y necesidad se dan la mano, anulo uno eso originar anular la otra y viceversa.
2 Tipos de rabia
De manera sencilla podemos indicas que la rabia:
-Rabia expresada, hacia afuera, rabia caliente, donde si sabemos regularnos, nos abandonamos en parte a lo que sentimos, confiamos en nosotros mismos, la dejamos salir, pero con cierto control. Si no sabemos regularnos puede salir como un volcán y soltar lava que dañe todo lo que encuentre a su paso
-Rabia inhibida, hacia adentro, una rabia fría, no se expresa y se dirige hacia nosotros mismos, esta relacionada con la necesidad de sentir control. Puede aparecer a través de criticas, juicios, desvalorizaciones, hacia nosotros mismo. Exigencias de ser perfectos sin tener en cuenta de como somos realmente.
Cuando estamos resentidos, no nos dan lo mismo que nosotros damos, no recibimos reconocimiento de nuestras necesidades de los demás.
A veces puede ser como ponerle un tapón al volcán que esta activo. De tanto acumular puede estallar.
Manejar la rabia
Desde pequeños podemos haber aprendido a manejar la rabia de tres maneras:
1-A mostrar la rabia de manera adecuada, la mostramos cunado es necesario y luego nos calmamos y recuperamos el equilibrio cuando hemos conseguido lo que necesitábamos.
2- Por otro lado podemos:
Exagerar los momentos de rabia. Esto puede ser útil si percibimos que no somos vistos, valorados, y pensamos que sin mostrar rabia no hay otra manera de que nos hagan caso. La podemos usar para manipular como forma de controlar a los demás.
Ocultarla, es una rabia internalizada, fingir bienestar, mostrar que no hay rabia, evitar el conflicto, la sentimos dentro, sentimos el malestar, pero aparentamos que aceptamos, que estamos bien, esto hace que se acumule y luego al tragar tanta rabia que salga en forma de saboteos o chantajes. O salga a través de culpa o vergüenza.
3- A inhibir cualquier manifestación de rabia y de este modo evitar provocar malestar o dolor a los otros, o para evitar que puedan agredirnos si la mostramos. Se reprime tanto el malestar con la expresión, llegando a un momento donde quizás se siente, pero no se puede expresar porque no se sabe cómo hacerlo, o incluso llegamos a anularla.
En estos casos, al no saber como expresarla, si de pronto se siente puede sentirse como algo tan tan incómodo o con tanta intensidad que puede resultar muy difícil controlarla. Entonces la rabia sale con una ira desenfrenada.
Tres categorías de rabia
- Rage- está la rabia primaria innata que se denomina ira , la tienen todos los animales, es instintiva, se usa en casos de defensa.
- Anger- está la rabia secundaria o aprendida, la tienen todos los mamíferos, la que se aprende con la experiencia.
- La rabia terciaria es la humana, que está involucrada con otras emociones humanas, como la vergüenza, las rumiaciones, el perdón, el resentimiento. Esta rabia se puede convertir en arte si se aprende a canalizar.
Que situaciones pueden generar rabia
1-Problemas cuando no estamos bien como con hambre, sed, frio, dolor físico o emocional
2-Miedos reales o imaginados.
3-Abandono o rechazo
4-Frustracion al no haber conseguido un objetivo
5-Agredir a otros o a uno mismo o sentirse agredido
Necesitamos saber que la ira es una emoción en parte desagradable. Las personas crónicamente enojadas son problemáticas e infelices.
Quizás hayan estado enojadas toda su vida y nunca hayan conocida lo paz. Dar vueltas y vueltas a los pensamientos, termina en un estancamiento emocional insatisfactorio. De hecho las rumiaciones son rabia interiorizada.
En realidad, tienen una razón.
Cuando una persona se hace daño a si misma o hace daño a los demás quizás es porque no aprendió a regularse, a canalizarla, y expresarla, desconfían en las propias posibilidades de relacionarse y protegerse.
Expresarla en el momento y la manera adecuada es un aprendizaje.
¿Es mala la rabia?
La rabia como emoción es necesaria, lo que es negativo es la conducta que puede genera cuando no se sabe controlar.
Nos pueden venir imágenes a la mente de momentos violentos, vividos o vistos. Rabia descontrolada en personas fuera de si, como animales salvajes haciendo daño a otros.
Que distinto de los individuos que pueden hacer conductas violentas son sangre fria, sin cólera ni ira, incluso disfrutando, esto ya no es un XXXX de la rabia, estas personas puede que o tengan una personalidad psicopática.
- No querer que se repitan situaciones
Si vivimos situaciones en la infancia donde la agresividad o la violencia estaba presente, si había críticas, discusiones, podemos querer no sentir nunca esta emoción por miedo a que nos volvamos como nuestros padres, pensar que la rabia es mala. Y ante cualquier resquicio de rabia la bloqueamos sintiéndonos mal. - Educación donde se castigaba la expresión de la rabia.
También hogares donde ciertas emociones se consideran negativas y se castigaba su aparición. No podíamos negarnos, quizás tuvimos padres rígidos, con normas estrictas. - Haber tenido cuidadores muy exigentes y rígidos y solo podíamos obedecer sin tener en cuenta nuestras necesidades.
- Haber tenido padres ausentes o enfermos y creer que somos una carga. Reprimimos para no molestarlos.
- Padres que descargan su frustración sobre los hijos de manera violenta o agresiva.
- Haber sufrido abusos o acoso y que no nos hayan defendido, escuchado o creído.
- Haber sido criado por instituciones, familias acogedoras temporalmente.
- No nos supieron enseñar a regularla y entenderla, o simplemente que los padres ya la tenían inhibida. Ellos mismo ya tenían heredado la idea de que la rabia hay que inhibirla o bloquearla por si acaso.
Puedo seguir nombrando situaciones donde ha habido injusticia y abandono o rechazo.
Esto nos deja en desventaja ante el mundo, ya que no aprenderemos a decir NO.
Niveles de rabia
Pienso que nos puede confundir nuestra opinión sobre la rabia si traemos a nuestra mente imágenes de personas violentas, rabiosas, realizando conductas agresivas.
Si entendemos que la rabia se mueve desde un nivel controlable, hasta un nivel tan impulsivo que nos transforma en fieras, vemos que podemos movernos en la línea de la rabia sin desbocarnos.
Y si nos ocurre que nos desbordamos podemos trabajarlo y arreglarlo con ayuda.
Como trabajarnos esta emoción
-En el presente:
-Conocer todo lo relacionado con nuestra manera de sentirla, de expresarla, de lo que pensamos sobre ella.
-Valorar como la sentimos, tomar conciencia de donde la sentimos en el cuerpo.
-Conocer los activadores que hace que aparezca (suelen ser situación donde sentimos miedo, rechazo o abandono)
-Entender que función cumple y tratar de que nuestro yo adulto (SELF) la regule. Sobre todo, si tenemos arranques de ira o agresividad.
-Sobre el pasado
-Reflexionar cómo se vivia en nuestra infancia por nuestra familia,
-Qué aprendimos
-Cómo ha sido nuestra conducta en situaciones aversivas anteriores.
-Que situaciones pueden haber dejado huella y ahora al recordarlas nos enfadan.
-En el futuro
-Integrarla aprender a usar su energía en la vida diaria.
Sabemos que con la terapia EMDR podemos aprender a regular y reconducir la rabia hasta poder usarla en nuestro provecho sin dañarnos u hacer mal a nadie.
Cuéntanos tu experiencia con la rabia y su manera de expresarla. Las historias ayuda a entender.
Aura Marqués
Psicóloga S.. Clínico EMDR
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