Este artículo habla sobre situaciones cotidianas donde se dan micro abandonos.
Abandono es la perdida de un afecto real o imaginario. En la sensación de abandono podemos sentir indeseados, dejados de lado, inseguros, rechazados.
A una persona no se le abandona, se la deja. Se abandonan a los niños, a los animales, a los ancianos, a personas o seres dependientes, desamparados o indefensos. También podemos abandonarnos a nosotros mismos.
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Es tener una sensación de no ser suficiente para el otro/a, y revivir este malestar a menudo.
Cuando una persona ha sufrido abandono, puede ser muy sensible a cualquier situación donde pueda sentir esa misma emoción y revivir con intensidad el dolor. Normalmente personas que sienten el abandono con intensidad muestras indicios de que puede que en la infancia ya sufrieran abandono emocional. Quizás tuvo padres fríos, o padres estrictos, o padres enfermos, situaciones en las que no pudieron ser atendidas sus necesidades emocionales.
Hay situaciones muy claras donde uno puede sentirse abandonado, por ejemplo que tu pareja te deje, que una amiga prefiera irse con otra y no te elija, que haya una infidelidad.
No obstante, hay otras situaciones, que pueden ser tan sutiles que no se lleguen a percibirse si no está al tanto, pero que algo dentro de nosotros si vibra. Pueden ser comportamientos que se hacen normalmente. sin ninguna intención, pero que se sienten como dañinos.
Algunas de las señales más comunes son:
Cuando la otra persona esta afectada y le decimos, no pasa nada, tranquilo, todo va a ir buen, no te preocupes, no es importante.