El Trauma y sus consecuencias

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Los traumas son sucesos que ocurren en nuestra vida y cuando ocurren nos encontramos que no sabemos que hacer, quedando el recuerdo como una herida duradera, y que nos perjudica de muchas maneras… más de lo que muchas personas pensamos. 

Y no solo los traumas obvios con «T» mayúscula como accidentes, secuestros, violaciones, terremotos, inundaciones, huracanes. También están los traumas con «t» minúscula, hechos que aparentemente tienen menos importancia, momentos de la vida en que pasamos por experiencias dolorosas menos visibles y claras, que pueden ocurrir de manera continuada y que afectan tanto como los grandes catástrofes.

Por ejemplo haber tenido un padre que  desvalorizaba continuamente o  insultaba, desprotección, humillaciones…  recuerdos que lo más seguro estén limitando la vida actual de adulto. Hay muchos ejemplos de maltrato con «t».

Podemos desarrollar, al pasar por un trauma, creencias falsas y destructivas de nosotros mismos y del mundo, como: “soy un incapaz, estoy indefenso, no me se defender, nadie me quiere, a nadie le importo, incapaz de hablar en público, etc. creencias que interfieren con la vida diaria.

El trauma es como una experiencia que no conseguimos sacudir de forma apropiada, teniendo la experiencia de que no paso y el peligro se siente eternamente presente, repitiéndose dentro de nosotros mismos.

No termina, por eso nuestro cerebro sigue activo, en hipervigilancia porque el cerebro profundo o inconsciente continua queriendo protegernos del peligro.

Y como hay una parte que todavía no sabe que el peligro paso, nos quedamos en un alto nivel de ansiedad, con la expectativa de que algo malo puede o nos va a suceder. Algo dentro de nosotros revive el trauma, aunque este ya pasó.

El trauma se va formando o organizándose como un recuerdo disociado y/o vinculado de manera mal adaptativa y el cerebro no logra su función normal de procesamiento.

En casos más extremos los recuerdos no procesados adecuadamente se vuelven un recuerdo disociado al cual no tenemos acceso en condiciones normales, solo en momentos en que algo nos los dispara.

Una de las características de los eventos traumáticos es que las respuestas que aparecen en el momento se tratan de respuestas normales a situaciones anormales.

A veces las personas logran digerir y metabolizar todo esto espontáneamente a través de sus recursos y resistencias internas… pero no siempre es posible, y es ahí que existe el peligro del congelamiento traumático. La dificultad del trauma es enfrentar la verdad de lo que sucedió: es manejar con la verdad.

Estudios de neurobiología confirman que los recuerdos traumáticos se atascan o congelan en las redes asociativas de la memoria que hay dentro de nuestro cerebro.

Nuestro cerebro archiva los recuerdos de forma mal-adaptativa en estos casos.  La memoria no resuelta se queda guardada en las redes neuronales de forma desconectada de las herramientas mentales que nos podrían ayudar a metabolizarlas y digerirlas.

Consecuencias de haber pasado por experiencias o momentos traumáticos.

    1. El trauma congela los recuerdos en las redes neuronales a nivel neuroquímico, impidiendo que se comuniquen con las partes funcionales. a veces no hay palabras para explicar lo que paso porque el trauma reside en el hemisferio derecho del cerebro y las palabras se encuentran en el hemisferio izquierdo.
      Los dos cerebros no se están comunicando por eso no hay una forma de atribuirle significado a aquello que ocurrió. La información mal adaptada se encuentra disociada de las herramientas que podrían ayudar a procesar y resolver adaptativamente aquel mal recuerdo.
    2. Lo que va a ayudar a sanar esos recuerdos es justamente la posibilidad de reprocesar e integrar adaptativamente el contendido de los malos recuerdos. Es lo que hacen las nuevas terapias de reprocesamientos como por ejemplo el EMDR (Eye Movement Desensibilization and Reprocessing), crear nuevas conexiones neuronales que permiten el surgimiento de nuevas informaciones o insights, y transforman los recuerdos traumáticos en nuevas percepciones menos perturbadoras y procesadas.
    3.  El trauma es la secuela de vivencias de peligro (real y/o percibido) que no conseguimos resolver adecuadamente. Es conocido que cuando nos enfrentamos con una situación de peligro es probable que reaccionemos en algunas de las siguientes tres formas normales: huir, luchar o congelarnos, formas de reaccionar común en casi todos los animales, ya que son respuestas instintivas que ocurre, de manera automática sin que medir nuestro control.
    4. Una de las cosas que el trauma nos quita es la capacidad de elegir ya que nos obliga a repetir comportamientos, incluso conductas destructivas, aunque no quieran hacerlo.
    5. El trauma hace que creamos mentiras sobre nosotros. Como por ejemplo creencias negativas sobre lo que somos. Una de las cosas que suceden cuando vivimos una experiencia dolorosa y no logramos procesarla o digerirla es que los recuerdos se quedan guardados no solo con el dolor, sino también con lo que pensamos, sentimos físicamente, olores, sonidos, colores, todo eso queda vinculado en ese recuerdo, en los archivos de nuestro cerebro.
      Esos pensamientos pueden ser irracionales y falsos.
      Hay una parte dentro de nosotros que dice que todo esto es mentira, pero la parte que vivió la experiencia y que continua vendiéndola o logra creer en la verdad sobre lo que sucedió y permitir que soltemos los recuerdos.
    6. El trauma nos trae pensamientos obsesivos e intrusivos. No logramos dejar el trauma en el pasado, nos perturba diariamente, es difícil lidiar con los pensamientos obsesivos, de repente algo dispara uno de esos pensamientos y estamos de vuelta en el pasado.
      A veces es algo muy sutil. No entendemos por qué cambiamos de humor, por qué nos sentimos tristes sin razón aparente, o irritados.
      Es que alguna cosa en el presente disparó el recuerdo de algo que nos ocurrió en el pasado y algo dentro de nosotros lo revive.
    7. Desarrollamos conductas de evitación. Las experiencias difíciles  hacen que no queramos acercarnos a aquello otra vez. Podemos evitar sitios, personas, y la conducta evitativa empieza a generalizarse y cada vez tratamos de evitar un numero cada vez mayor de lugares, cosas o personas. 

Las fobias comienzan así.

    1. Nuestra capacidad para el aprendizaje está bloqueada/ afectada. Las personas traumatizadas no logran aprender bien. No hay espacio cerebral y emocional para esto, es muy común oír decir a personas que nunca les fue bien en la escuela y explorando su vida aparecen largas historias de humillaciones escolares, padres que se separaron de mala manera, falta de apoyo y amparo.
      Es como si el ruido interno no les deja espacio para aprender.
    2. El trauma abre la puerta a la repetición de conductas agresivas, violentas, se dice que la violencia genera violencia. Historias de personas que sufrieron abusos que repiten lo que han vivido.
    3. La vida nos rompe a todos, pero algunos no pueden resolverlo y quedan traumatizados. Los efectos dependen de cada persona, de su historia y entorno afectivo, del momento en que se haya producido y de su reiteración a lo largo del tiempo.
      Y es una cuestión de dosis, cuanto más intenso sea la situación traumática o más veces hayamos pasado por experiencias dolorosas, más probabilidad hay de quedar «tocado».
    4. La vida también rompe a quien ve la tragedia. No quedan traumatizados sólo aquellos que viven la catástrofe, sino también los que hicieron las intervenciones y acompañaron. Es la traumatización vicaria.
    5. Finalmente, si no se cura el trauma no hay calidad de vida. Podremos realizar mejores elecciones de vida, podremos responde de manera adecuada a las situaciones y desafíos de la vida, disfrutar de las alegrías y los triunfos alcanzados, amar mejor y aprender a dejarnos amar. El trauma nos roba estas posibilidades.
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Aura Marqués
Psicóloga. Clínico EMDR
Palma de Mallorca

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4 comentarios en “El Trauma y sus consecuencias

    1. Gracias Ana. Todos tenemos traumas pequeños o no tan pequeños, y a cada uno nos afecta de una manera, hay cerebros muy resilientes que por si solos consiguen digerirlo correctamente, y hay otros que necesitan ayuda. EL problema es que las consecuencias del trauma no se va con el tiempo, este queda encapsulado en nuestro cerebro afectándonos cada vez que algo lo activa. Un abrezo.

  1. Hola: por el accidente de coche que sufri hace años , traumatismo craneoencefálico en el hemisferio derecho
    Me produce desasosiego, ansiedad, nerviosismo y aunque tomo medicación
    Es un vivir sin vivir. ¿ me ayudaría el EDMR? Gracias

    1. Hola Ana.
      Estas hablando de un incidente único, que ocurrió una vez. Es evidente que te ha dejado secuelas psicológicas por los síntomas que comentas. Así no puedes seguir.
      El EMDR cuando es un «Trauma único», tan importante y claro de recordar es muy efectivo. Siempre que te lo aplique un especialista formado ya sea psicólogo o psiquiatra. Cuéntanos cómo te ha ido si decides hacer EMDR. Un saludo y espero que mejores, estos accidentes repentinos pueden cambiarnos el concepto que tenemos de la vida.

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