La pareja es una oportunidad que tenemos de auto-conocimiento y crecimiento.
Incluso cuando hay una crisis o una separación
¿Qué representa una crisis?
Una oportunidad de autoconocimiento y de crecimiento personal. Un aprendizaje, como una experiencia .. como una oportunidad para cada uno de los miembros de la pareja de aprender y de crecer en complejidad, como una oportunidad de ampliar la conciencia y el autoconocimiento y seguir hacia adelante en el proceso de individuación y de autorrealización personal.
Todas las las parejas (y los individuos que las formamos) atravesamos, normalmente y necesariamente, por crisis evolutivas al afrontar los retos y las exigencias que nos supone prepararnos y adaptarnos a cada nueva etapa del ciclo vital evolutivo: los primeros noviazgos y primeras rupturas, la constitución de pareja estable y la convivencia. el nacimiento, crianza y escolarización de los hijos. la adolescencia y juventud de los hijo. la marcha de los hijos y la vivencia del “nido vacío”. la experiencia de ser Abuelos y el retiro de la vida activa. la vivencia de la Enfermedad y muerte de los padres/abuelos.
En condiciones favorables, el esfuerzo que requiere afrontar estos cambios, obligará a los miembros de la parejaa “ponernos las pilas” para crecer y madurar a asumir nuevas responsabilidadesa poner en marcha nuevas capacidades (nuevos roles, nuevas actitudes) para adaptarnos a los nuevos retos evolutivos.

Una cita de Echart Tolle, en su libro “El poder del Ahora”:
“Las relaciones mismas no son la causa del dolor y de la infelicidad, sino que sacan a la superficie el dolor y la infelicidad que ya están en ti …”
El tipo de vínculo que experimentamos con nuestros padres y/o cuidadores y los mecanismos que fuimos creando para sobrevivir a las circunstancias que nos tocaron se van a poner en juego con nuestra pareja.
El estilo particular de abordar las crisis que aporta cada miembro de la pareja, tiene que ver, en gran parte, con sus automatismos mentales inconscientes, construídos a partir de sus experiencias vinculares y relacionales anteriores.
Cada nueva crisis, destapa los automatismos mentales y nos pone ante los “asuntos pendientes”, que no afrontamos en el pasado.
En este sentido, la vida nos va dando oportunidad –ante cada crisis- de volver a examinarnos de alguna asignatura que nuestro niño/a interior no consiguió aprobar y tiene pendiente: tal vez un miedo, tal vez una adicción, tal vez un resentimiento, tal vez un bloqueo emocional, tal vez un prejuicio o una idea equivocada.

La separación: ¿fracaso u oportunidad?
El fracaso de la pareja no es la separación, sino el mantenimiento de la infelicidad compartida.
La separación puede ser –y de hecho es en muchos casos- un trampolin hacia el crecimiento no sólo personal sino de toda la familia.
Los hijos no necesitan unos padres juntos a toda costa!! (aún en permanente conflicto y deseencuentro!!).
Los hijos necesitan unos padres felices y que se tengan a si mismos.
Una separación puede permitir romper el círculo vicioso y repetitivo de conflicto, malestar y culpabilización mutua.
Ya fuera del conflicto constante y desde la Autorresponsabilidad, la separación podrá dar lugar a: Un reencuentro con la propia pareja , la constatación de que la relación ha terminado, la posibilidad y necesidad del encuentro con un@ mism@. Transcurrido el duelo (o no), la posible apertura a una nueva relación.
Otros artículos sobre la pareja:
Aura Marqués
Psicóloga general Sanitaria
Terapia de pareja en Palma de Mallorca
